Hace cerca de 40 años que he sido y soy miembro de la junta directiva del Club Nàutic Ciutadella. Durante cuatro años fui su presidente y casi el resto he desempeñado la labor de comodoro de dicha entidad. Si, efectivamente, como he leído en la edición de Gaceta Náutica del pasado mes de septiembre, es cierto que el señor presidente de la Asociación Provincial de Empresas de Actividades Martítimas (APEAM) y vicepresidente de Autoridad Portuaria de Baleares (APB), Miguel Puigserver, cree que los clubs náuticos somos «sinónimo de lucro», tengo motivos para sentirme personalmente muy ofendido, pues he dedicado muchas horas de mi vida a este club sin recibir (ni pedir) un duro. No conozco a este señor más de que por referencias –y ninguna buena– y no sé si ha sido miembro de alguna junta directiva de un club náutico. Sé que sería del todo imposible acompañarle en una: o se iría él o me iría yo. Por lo que he leído, se reunió hace unas semanas con la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, para decirle la falacia de que los clubs náuticos son «sinónimo de lucro». Espero y deseo que la presidenta no le hiciera ningún caso; si no fuese así, estaríamos bien apañados. Confío en que el señor Puigserver rectifique. Para ello sólo tiene que mandar un escrito a este mismo medio de comunicación diciendo, por ejemplo, «tuve un mal día, a muchos les pasa». En cualquier caso, me pregúnto qué hace una persona así en APB.
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