Como si de un cuento hubiera salido, la ‘Caleta de la libertad’ es una construcción de lo más idílica y original. Se trata de una villa flotante construida por la familia Adams-King en Canadá en el año 1992. Desde entonces, sus residentes viven alejados del bullicio de la civilización, rodeados de flora y fauna. Para poder abastecerse de energía en esas condiciones, disponen de paneles solares y generadores fotovoltaicos.
Este barrio ubicado en las aguas canadienses de la costa de Tofino, en la Columbia Británica, consta de 12 plataformas que cautivan a la vista por sus formas y colores. Está formada por inmuebles de madera, entre ellos, invernaderos y casas unidos por un solo camino. La idea de los Adams-King era vivir en plena naturaleza, sin depender de la ciudad. Ciervos, lobos, nutrias y pájaros, junto a la vegetación, dibujan un bucólico paisaje.
Pero, ¿cómo sobreviven alejados de la civilización? Consiguen electricidad gracias a paneles solares y generadores fotovoltaicos. En cuanto a recursos más básicos se refiere, ellos mismos cultivan sus propios vegetales, mientras que obtienen agua de la lluvia en invierno y de una cascada cercana en verano.
La residencia está a media hora en bote de la ciudad de Tofino. La familia se gana la vida fabricando piezas de artesanía que posteriormente vende en galerías de arte en el municipio.
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