El servicio de la marina seca consta de una «estantería» metálica situada en la zona de varada del club y de un «toro» que funciona como un travelift portatil.
La directora gerente del club, Miquela Adrover, explica que la marina no será un simple puerto de invernaje, sino que funcionará igual que un amarre: «Los usuarios podrán tener su barco en el agua en un corto espacio de tiempo y disfrutar de su atraque en seco igual que si estuvieran amarrados en un pantalán».
Los precios de la marina van desde los 114 euros mensuales por una barca de 4 metros (sólo invernaje) hasta los 560 para una embarcación de 9 metros en temporada alta (de junio a septiembre) y número ilimitado de varadas.
Miguel Suñer, presidente del CN Sa Ràpita, cree que las marinas secas son una opción «sostenible y sencilla» de incrementar la capacidad de los puertos deportivos sin necesidad de afrontar «grandes obras» y sin apenas afectar a la fisonomía actual de las instalaciones.
«Las embarcaciones pequeñas y medianas pueden estar en seco siempre que el personal del puerto ofrezca un buen servicio y pueda ponerlas en el agua en poco tiempo. Este es el gran reto que afrontamos con este proyecto, en el que hemos puesto mucha ilusión», añade Suñer.
El Club Nàutic Sa Ràpita es uno de los puertos deportivos emblemáticos del sur de Mallorca por su cercanía a la playa de Es Trenc, el arenal virgen más conocido de Mallorca, y al Parque Nacional de Cabrera, del que le separan apenas 12 millas náuticas.
Actualmente dispone de 476 amarres y ofrece 50 reservas diarias en temporada alta para embarcaciones en tránsito. También cuenta con un travelift de 50 toneladas y una amplia zona de varada. Dirige su sección deportiva Joaquim Malhao y es entrenadora de su equipo de vela la regatista preolímpica mallorquina Marina Gallego.
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