Valencia se quedó para 2013 sin el Gran Premio de Europa de Fórmula Uno. No pierde las carreras bolidísticas el circuito urbano de la ciudad del Turia, pero en adelante la alternancia con Montmeló será lo valido. Será en 2014 cuando regresen los monoplazas. Pero el estival mes de junio, marcado en el calendario de los Alonso, Vettel, Hamilton y compañía en los últimos años en el último fin de semana valenciano del mes, no ha quedado huérfano de velocidad. Esta vez desde la belleza del mar, del campo de regatas Copa América, de las fuerzas del viento, las obras de ingeniería aeronáutica, y la labor de los regatistas. La salida de la Ruta de los Príncipes maravilló incluso a los que como especialistas llevan años siguiendo regatas por todo el mundo. «No navegan, vuelan». Ese fue el modo de definir lo que los trimaranes participantes desarrollaron en aguas de Valencia. Espectacularidad. Velocidad. Plasticidad. Los vientos soplaron las velas de multicascos que volvieron a colocar a la ciudad en el foco de atención del mundo de la vela.
La organización estimó que durante los cinco días de actividades programadas para la Ruta de los Príncipes pasaron por la Marina Real Juan Carlos I 45.000 personas -unas veinticinco mil concentradas entre el sábado y la jornada de ayer-, que además de las regatas costeras del viernes y el sábado, y la salida de Valencia hacia la Lisboa de la flota, disfrutaron de diversas actividades vinculadas al mundo de la vela, pero también de la agricultura, que es el fondo de esta competición. Para las regiones que son puerto la cita náutica, es también una fiesta gastronómica.
La Ruta de los Príncipes permitió a Valencia a través de la vela recuperar el pulso a su proyección. Un total de 150 periodistas fueron acreditados para la competición y su salida desde la ciudad del Turia, de los que una treintena pertenecían a medios internacionales. La Reppublica, The Daily Telegraph, The Independent, Reuters, AFP, o televisiones como RTP Portugal, France 3, TV3 Ireland o TV Rennes, dieron testimonio del acontecimiento deportivo. Veinticinco canales de televisión extranjeros emitieron imágenes de la etapa valenciana a través del servidor de vídeos dispuesto por la organización.
Brilló Valencia, el tiempo también lo permitió, con la vela. Un clásico que regresa. Clave fue el desbloqueo político de lo que se podía hacer en la Marina Real Juan Carlos I y el campo de regatas valenciano, marcado por los expertos como uno de los mejores del mundo. Una idea no cesa: si Madrid logra los Juegos de 2020, siendo Valencia subsede de vela, el impulso será mayúsculo.
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